Los robots han dejado de ser parte exclusiva de la literatura o del cine de ciencia ficción. Desde hace algunas décadas ya forman parte de la realidad cotidiana de las sociedades avanzadas. Lejos quedaron las creaciones robóticas de Isaac Asimov y sus tres leyes de la robótica, pero que cerca están en la actualidad los diseños robóticos para ayudar en las más variadas tareas a los humanos.
Estas máquinas se pueden ver en las cocinas de todos los hogares e incluso realizando labores de limpieza con los populares robots barredores. No obstante, es en el sector industrial donde realmente llevan a cabo una labor mucho más especializada y productiva.
Los orígenes de la robótica para fábricas (1938 – 1979)
Los primeros robots industriales surgieron a partir del desarrollo de máquinas de control numérico y una popularidad creciente de las computadoras. El considerado como primer robot industrial, según lo define la propia normativa ISO, fue una creación de Griffith “Bill” P. Taylor, en 1937.
Su diseño no difería demasiado de una grúa que utilizara piezas de Meccano, funcionando con un solo motor eléctrico. Estaba constituido por cinco ejes de movimiento, automatizándose gracias a la incorporación de una cinta de papel con punzones para dar energía a los solenoides que produciría el movimiento en las palancas de control.
Todavía lejos de los impresionantes robots de soldadura utilizados hoy día con una gran capacidad de precisión en sus más variados tipos, el diseño de Griffith podía apilar bloques de madera según patrones previamente programados en la cinta de papel.
Posteriormente, en 1954, George Devol patentó su robot industrial, capaz de transferir objetos a 12 pies de distancia entre un punto y otro. Fue el fundador de Unimation para la construcción de robots y acuñó el término Automatización Universal.
En 1969, Victor Scheiman inventó el brazo de Standford, un robot articulado con 6 ejes y totalmente eléctrico. Una tecnología que permitiría utilizar robots en el área de los montajes y las soldaduras.
En 1974, la agencia europea ASEA desarrolló el primer robot completamente eléctrico y con un controlador de microprocesado. En 1978, Vicarm y Unimation junto a General Motors crearon el mítico brazo robótico Puma, todavía en pleno uso. En 1979, OTC Japan generó su primera generación de robots de soldadura de arco dedicados.
Los robots industriales en la era moderna (1980 – actualidad)
La velocidad en los avances robóticos comenzó a crecer exponencialmente a partir de 1980. Takeo Kanade creó el primer brazo robótico que llevaba instalados motores directamente en su articulación, por lo que era mucho más rápido y preciso que todos sus antecesores.
Por su parte, en 1988, la multinacional Yaskawa America Inc. introdujo el sistema de control Motorman ERC, que poseía la capacidad de controlar hasta 12 ejes. Este diseño batía todos los récords hasta el momento en este sentido. En 1992, FANUC Robotics no se quedaba atrás y creaba el primer prototipo de un robot inteligente.
Los avances se sucedían uno tras otro, solo dos años después, aparecía el sistema Motorman ERC, que ya admitía hasta 21 ejes, aunque el controlador aumentó en 1998 hasta 27 ejes, agregando la capacidad de sincronizar cuatro robots al mismo tiempo.
Por último, el primer robot colaborativo o cobot se instalaría en 2008 en Linatex, un proveedor de Dinamarca dedicado al caucho y a los plásticos. Esta empresa prefirió colocar al robot directamente en el suelo, en lugar de detrás de una valla, y en vez de contratar a un programador, programaron al propio robot con una herramienta de pantalla táctil.