Legisladores franceses hacen sonar la alarma por presunto hackeo chino

Un grupo de parlamentarios franceses ha hecho sonar la alarma por lo que dicen es una respuesta gubernamental inadecuada a los ciberataques dirigidos a sus computadoras y atribuidos a China.

Los siete diputados y senadores dijeron que recibieron correos electrónicos infectados con virus en 2021 enviados por un grupo de piratas informáticos llamado APT31, que varios países, incluidos Estados Unidos y Gran Bretaña, creen que están vinculados al gobierno chino.

Sus preocupaciones surgieron antes de una visita de Estado a Francia del presidente chino Xi Jinping, que comenzó con su llegada el domingo, como parte de los esfuerzos de Beijing para profundizar los vínculos políticos y económicos en Europa para contrarrestar las difíciles relaciones con Washington.

«Claramente nos enfrentamos a una amplia interferencia extranjera por parte de China», dijo Olivier Cadic, miembro centrista del Senado francés.

Los siete parlamentarios atacados pertenecen todos a la Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC), un organismo internacional sin fines de lucro para legisladores que ven las políticas de China como una amenaza a los valores democráticos.

Los parlamentarios franceses sólo descubrieron que habían sido pirateados en marzo de este año, después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a siete ciudadanos chinos «asociados con el gobierno chino» por enviar correos electrónicos maliciosos a críticos estadounidenses y extranjeros de China, incluidos miembros del IPAC.

El exsenador André Gattolin, excopresidente de la rama francesa de IPAC, dijo que la acusación estadounidense era una prueba de que un correo electrónico tipo «caballo de Troya» que recibió en 2021 procedía del grupo de hackers chino.

«En ese momento estaba escribiendo un informe extremadamente delicado sobre la interferencia extranjera en las universidades y la investigación», dijo.

Pero cuando pidió a la Agencia Nacional de Seguridad de los Sistemas de Información (ANSSI) francesa que investigara más a fondo, «no pude llamar la atención de nadie» ni allí ni en la agencia antiespionaje DGSI, dijo a la AFP.

Presentó una denuncia policial el mes pasado y el IPAC se puso en contacto con la agencia policial estadounidense FBI, que, según dijo, les dijo que habían informado a las autoridades francesas de sus sospechas ya en 2022.

«Pero nadie nos dijo nada», dijo Gattolin.

«Me gustaría entender por qué no me avisaron antes», añadió la diputada Anne Genetet.

La gestión del caso por parte de las autoridades francesas fue «ligera», afirmó a la AFP.

«Es inimaginable que soy la única miembro de la Asamblea Nacional a la que le ha pasado esto», dijo.

La fiscalía de París declinó hacer comentarios sobre el caso cuando fue contactada por la AFP.

«Me preocupa cómo las acciones de China son recibidas con completo silencio», dijo Gattolin. «También podemos dejar que espías chinos entren directamente en nuestras oficinas».

Preguntada el martes en el Senado sobre el asunto, la portavoz del gobierno Prisca Thevenot afirmó que los servicios franceses «están prestando mucha atención» al APT31, «incluso en los aspectos de legalidad».

Pero Cadic dijo que tales declaraciones eran insuficientes. «Estamos ante un ataque oficial abierto y las autoridades lo saben», afirmó. «Lo que nos han hecho es un acto de guerra».

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