“Si una empresa de inteligencia artificial obtiene beneficios a partir de contenidos basados en material protegido por derechos de autor de otra persona, está obligada a compartir esas ganancias, posiblemente en forma de regalías”, dijo Prashant Mali, un abogado especializado en protección de datos y leyes cibernéticas. “La tecnología de inteligencia artificial nunca estuvo destinada a ser utilizada libremente a expensas de los derechos de los creadores, y esta sentencia subraya la necesidad de contar con directrices claras para equilibrar la innovación con la protección de los derechos de autor”.
Esta decisión se produce después de una decisión previa del juez Orrick, que había desestimado varias de las reclamaciones originales de los artistas en octubre, pero les permitió volver a presentar su caso. Los artistas, entre ellos Sarah Andersen, Kelly McKernan y Karla Ortiz, volvieron a presentar su demanda en noviembre con demandantes adicionales.
La reciente decisión del juez Orrick ahora les permite continuar con sus reclamos de derechos de autor.
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