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Si eres un entusiasta del PC Gaming, seguro que sabrás que en la actualidad el precio de algunos componentes relacionados con las PC se encuentra por las nubes, sobre todo en lo que respeta a la industria de los videojuegos en computadoras. Esto ocurre principalmente por la alta demanda de semiconductores desde todo tipo de industrias, y la escasa oferta de los fabricantes de microchips para satisfacer esa demanda, la cual se vio acrecentada por el boom en la minería de las criptomonedas, que afectó gravemente el stock en procesadores, memoria RAM, pero principalmente las codiciadas tarjetas gráficas. Dando como resultado, precios ridiculamente elevados.
Con todo esto, algunos entusiastas, entre los que me incluyen, creo que una gran alternativa para los amantes de la PC, pero que cuentan con un presupuesto limitado, o simplemente no están destinados a gastar una gran suma de dinero en su hobby favorito, podría optar por suplir su «Gaming PC» con la propuesta más barata en la actual generación de consolas de Microsoft, xbox serie s; que tiene un precio sugerido por el fabricante equivalente a $349 dólares.
Tal vez estés pensando que esto no tiene sentido, ya que una consola de videojuegos y una computadora son dispositivos muy distintos, sin embargo, una vez que expongas mis ideas, te darás cuenta de que comparten mucho más de lo que crees entre sí, y podría ser tu próxima computadora de videojuegos.
Partamos por decir que la principal diferencia entre una computadora y una consola es la forma en como jugamos a nuestros juegos favoritos, que ocurre a través de periféricos distintos. En el caso de los ordenadores, la más configuración estándar se da a través de un monitor, un teclado y un ratón. A diferencia de las consolas, que normalmente se conectan a un televisor y se manipulan a través de un control. Aunque la solución para el audio suele ser similar, ambas son compatibles con diademas enfocadas al juego.
Sin embargo, aunque en la generación pasada de consolas tanto de Xbox como de PlayStation, ya era posible conectar un teclado y un mouse para jugar a los juegos compatibles, Xbox Series X|S y PS5 han simplificado bastante este proceso y han mejorado aún más la compatibilidad con periféricos de terceros, al grado de que un gran número de componentes solo requiere ser conectado directamente sin configuración alguna, permitiéndote pasar a jugar inmediatamente después. Lo que se conoce como «Plug & Play«.
Con el tema de los periféricos resuelto, Xbox Series S también es compatible con monitores diseñados para el juego. Con una salida de video que alcanza los 1440p de resolución y 120 hz de refresco, la consola de Microsoft se ubica prácticamente en el punto clave para el gaming competitivo, el cual suele ser más común entre los gamers de PC. Además, los tiempos de carga de Series S son paralelos a los tiempos de carga de una PC, gracias a su unidad en estado sólido NVMe. Por lo cual, esto la acerca aún más a la comúnmente llamada «PC master race».
Si claro, pero tal vez te estés preguntando: ¿y qué pasa con todas las demás cosas que puedo hacer en una computadora y no en una consola? Bueno, resulta que la nueva generación de consolas como Xbox Series S y X cuentan de forma nativa con el explorador de internet Microsoft Edge, el cual monta la misma arquitectura que su homólogo para ordenadores. Lo cual quiere decir que te permitirá ejecutar todas las aplicaciones web que puedes ejecutar desde un ordenador. Como las suites de Adobe, Microsoft Office, Google y un largo etcétera.
Con todo esto, la brecha entre las consolas y los ordenadores se reduce aún más, y aunque sé que de momento una computadora sigue ofreciendo mayor versatilidad sobre una consola, la diferencia es cada vez menor. Y si considera los precios exageradamente elevados de algunos componentes para PC, podemos decir que la «PC para juegos» más barata en la actualidad, es una Xbox Series S.
