Las violaciones repetidas de Google también eliminan la ilusión de que el tamaño es igual a la sofisticación de cumplimiento. A pesar de la extraordinaria capacidad de ingeniería, los recursos legales formidables y las profundas reservas financieras, la compañía se encuentra repetidamente enfrentando decisiones de privacidad.
Considere el patrón: Google pagó casi $ 1.4 mil millones a Texas a principios de este año, acordó en abril de 2024 destruir miles de millones de registros de datos de «incógnito», y ahora enfrenta estas penalizaciones duales. Cada caso se dirige a diferentes aspectos del aparato de recopilación de datos de Google, creando una presión acumulativa para el cambio sistémico.
Para los líderes de TI empresariales, las implicaciones son profundas. «La evaluación de los proveedores ahora debe tratar la credibilidad de cumplimiento como un criterio a nivel de la junta, igual al costo, el rendimiento y la innovación», señaló Gogia. «La confianza se está convirtiendo en el determinante de la viabilidad del proveedor, no una preocupación secundaria». Las estructuras de penalización diaria crean una presión operativa continua que trasciende la planificación financiera tradicional. Gogia señaló que las empresas ahora enfrentan multas crecientes por no implementar cambios ordenados por la corte, un cambio de sanciones únicas a responsabilidad continua que convierte «cada trimestre en un ejercicio de control de daños a la reputación».