El Departamento de Justicia de los Estados Unidos anunció esta semana que había acusado a dos ciudadanos norcoreanos y otros tres hombres, acusándolos de participar en una conspiración diseñada para engañar a las empresas estadounidenses para que financie el régimen de Corea del Norte.
Según la acusación, que se presentó en un tribunal federal en Miami, el esquema aprovechó documentos de identidad robados y pagó secuaces en los EE. UU. Para dirigir el trabajo bien pagado y las computadoras a dos hombres norcoreanos, Jin Sung-il y Pak Jin- Canción. La idea, dijo el Departamento de Justicia, era canalizar el dinero al régimen de Corea del Norte, que tiene oportunidades limitadas para generar efectivo a través de medios legales gracias a las fuertes sanciones internacionales.
La conspiración, según la acusaciónse centra en ciudadanos norcoreanos que se hacen pasar por trabajadores extranjeros en otras naciones, o como nacionales de EE. UU., Y obteniendo empleo a través de plataformas en línea que permiten a las empresas anunciar a los trabajadores de TI contratados. Utilizando documentos de identidad falsos o alterados, los norcoreanos asumieron contratos para varias empresas estadounidenses, que no fueron identificadas por su nombre en la acusación. Esos negocios luego enviaron computadoras portátiles de la compañía a tres conspiradores de EE. UU., Pedro Ernesto Alonso de Los Reyes, Erick Ntekereze Prince y Emanuel Ashtor, quien, dijo el Departamento de Justicia, instaló un software de acceso remoto en ellos para que pudieran ser operados por Jin y Pak.
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