la franquicia Resident Evil revolucionó el género del survival horror en 1996, cuando la primera entrega de la serie llegó a las tiendas.
Desde entonces, la franquicia ha tenido muchos lanzamientos en numerosas consolas diferentes, e incluso han llegado remakes y remasters de muchos de sus títulos clásicos para la última generación de consolas.
Resident Evil se ha convertido en una franquicia de terror icónica no solo en los videojuegos, sino en toda la industria del entretenimiento en su conjunto.
Junto con la tendencia de la serie a ofrecer un excelente diseño de niveles, una mecánica de juego agradable y puzles difíciles de resolver, Resident Evil también es conocida por sus memorables ya menudo difíciles encuentros con jefes, que incluyen algunos de los jefes más poderosos de la historia de los videojuegos.
Los juegos de Resident Evil son conocidos por muchas cosas: argumentos sin sentido, personajes que monologan antes de transformarse en alguna monstruosidad y jefes terroríficos. Hay, por supuesto, muchos otros factores, pero la franquicia realmente se nutre de sus batallas contra jefes.
Muchos de estos juegos tienen o personajes monstruos que son realmente poderosos si no se les controla. Así pues, echamos un vistazo a esta querida serie de juegos para ver quién es el enemigo más poderoso de Resident Evil.
Seamos sinceros, alberto wesker es tanto el rostro de Resident Evil como lo son personajes como Leon, Chris, Claire o Jill Valentine. Y, en términos de poder bruto, no hay nadie que se acerque incluso a Albert Wesker, salvo una o dos criaturas descerebradas que seguirían perdiendo porque Wesker estaría más listo que ellas.
Es una de las únicas mutaciones genéticas que mantiene su forma humana la mayor parte del tiempo, surgió de lo que era capaz el Virus Prototipo y mucho más. Se trata de un tipo que lanza misiles con una sola mano, puede aguantar toneladas de acero que caen sobre él, se mueve tan rápido que la mayoría de la gente cree que se teletransporta y se necesita toda la fuerza de un volcán activo para acabar con él.