Tamara Gondo utiliza su pasión por el emprendimiento social para ayudar a los refugiados de Yakarta y al planeta.
Tamara Gondo es miembro de Generation17, una asociación entre Samsung y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que empodera a los jóvenes de todo el mundo que contribuyen a los Objetivos Globales.
Para Tamara Gondo, una simple camiseta blanca es todo lo contrario. Como director ejecutivo de sociedad de la libertad, una plataforma de comercio electrónico que produce y vende productos ecológicos, entreteje el empoderamiento de los refugiados y la sostenibilidad en cada prenda y cada accesorio que crea su equipo. “Mi esperanza es inspirar a los jóvenes que es posible hacer negocios y hacer el bien”, dice el empresario de 25 años.
De acuerdo a ACNUR, la agencia de refugiados de la ONU, hay aproximadamente 14.000 refugiados viviendo en Indonesia. Muchos luchan por acceder al trabajo o enviar a sus hijos a la escuela. Tamara fundó su empresa en Yakarta en 2019 para ayudar al planeta y a la comunidad local de refugiados que emplea para fabricar los productos. Además de brindarles a los refugiados un ingreso estable y oportunidades de capacitación, la plataforma adopta un enfoque más holístico, asociándose con organizaciones para brindarles servicios de salud, educación infantil y alimentos donados.
“Es un espacio seguro donde las mujeres pueden sanar y reconstruir sus sueños”, dice Tamara. “Es un lugar donde pueden expresarse y expresar su creatividad mientras construyen su libertad financiera”.
Tamara revisa los diseños con los fabricantes de refugiados.
Apoyando las segundas oportunidades
La pasión de Tamara por ayudar a los demás comenzó desde el principio. Mientras estaba en la escuela secundaria en Yakarta, comenzó una organización sin fines de lucro con amigos para recolectar donaciones para las víctimas locales de las inundaciones. Desde entonces, la organización ha crecido para incluir patrocinio y microfinanciamiento para jóvenes desfavorecidos. “Después de ver tantas inequidades”, dice, “hice la promesa de convertirme en constructora de puentes, conectando a los que no tienen recursos con los que sí”.
Años más tarde, mientras trabajaba como voluntaria en una organización de refugiados, Tamara conoció a un grupo de mujeres que cosían para mantener a sus familias. Inspirada por sus angustiosas experiencias de reasentamiento y la hermosa ropa que estaban haciendo, supo que tenía que ayudar. “Vi mujeres realmente talentosas que tienen las habilidades y la pasión, pero no tienen acceso al mercado”, dice. “Son resistentes, son fuertes, son creativos. Eso es lo que quiero que el mundo sepa cuando vean las artesanías que hacen”.
Una aprendiz cose camisas en el taller de Yakarta.
Además de enseñar a los refugiados diversas habilidades de sastrería, el equipo de Tamara encuentra otras organizaciones para ampliar su capacitación, brindando a los artesanos clases de idiomas, negocios, finanzas y alfabetización digital. Un programa empresarial reciente para adolescentes refugiados les enseñó cómo lanzar sus propios sitios de comercio electrónico.
Creatividad impulsada por la tecnología
Tamara le da crédito a la tecnología digital por permitir la colaboración entre sus colegas internacionales. Las reuniones virtuales le permiten a su equipo de 11 personas conectarse regularmente y compartir diversas perspectivas que informan todos los aspectos de su negocio.
Como plataforma de comercio electrónico, la tecnología es una herramienta fundamental para exhibir sus productos y llegar a una audiencia global de consumidores, en EE. UU., Singapur, Malasia, Taiwán y otros lugares. A través del poder de la tecnología, Tamara puede conectarse con marcas y comunidades de ideas afines, compartir sus últimas iniciativas y destacar a los creadores de refugiados de Liberty Society.
“La tecnología realmente nos ha abierto el mundo para compartir las historias de nuestros refugiados y elevar las voces de aquellos que a menudo no son escuchados”, dice ella.
Tamara habla sobre telas durante una reunión virtual con su equipo global.
Estilo sostenible para salvar el planeta
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el mundo produce alrededor de 4400 millones de toneladas de residuos plásticos al año, y cada segundoel equivalente a un camión de basura de residuos textiles se quema o se vierte en vertederos.
Los productos, que incluyen sudaderas con capucha, bolsos y cestas, consisten en telas respetuosas con el medio ambiente hechas de árboles como Tencel y viscosa. Sus principales clientes son empresas que buscan artículos y regalos más sostenibles. La yuca, un tubérculo, se usa para empaques compostables, y las hojas de plátano se reutilizan en plástico de burbujas. La compañía también recicla desechos plásticos, restos de textiles y cartones de bebidas en productos como gomas para el pelo y bolsos de mano.
“Nuestros productos ecológicos e impactantes ayudan a las marcas impulsadas por un propósito a dar de manera sostenible, comprar conscientemente y cumplir con la responsabilidad social corporativa de manera diferente”, dice Tamara.
El equipo de Tamara utiliza tejidos sostenibles para ayudar al planeta.
Esperanza renovada
Hoy, Liberty Society ha brindado capacitación y libertad financiera a más de 100 refugiados. A través de sus alianzas, también ha ayudado a 500 familias a acceder a educación, donación de alimentos y atención médica gratuita. Un tercio de los ingresos se destinan a apoyar a los artesanos. Para abrir posibilidades a más comunidades, la organización ha ampliado su alcance para incluir a hombres refugiados, personas con discapacidades y sobrevivientes del tráfico sexual.
Para Tamara, la parte más significativa de su trabajo es ver a los refugiados encontrar esperanza para el futuro. La empresa tiene éxito, dice, “cuando nuestros creadores empiezan a visualizar la creación de sus propios negocios, cuando tienen la esperanza de volver a soñar. Es tan simple como eso.»