Sin sorprender a nadie, Apple ha indicado que no cumplirá con una nueva orden del gobierno indio que le exige preinstalar una aplicación de ciberseguridad estatal en todos los iPhone vendidos en el país.
Según tres fuentes anónimas citadas por Reuters, Apple “no planea” precargar los iPhones con la aplicación Sanchar Saathi, que se supone combate el fraude, rastrea dispositivos robados y entrega mensajes gubernamentales. Dos de las fuentes agregaron que Apple transmitirá al ministerio sus preocupaciones sobre las implicaciones de privacidad y seguridad de este plan.
Una de las fuentes añadió que Apple no tiene intención de “ir a los tribunales ni adoptar una postura pública”. En cambio, simplemente (y, presumiblemente, en privado) le dirá al gobierno que no puede seguir la orden debido a factores de seguridad.
Reuters dio a principios de esta semana la noticia de la orden confidencial, que se entiende que fue aprobada el 28 de noviembre. El Ministerio de Telecomunicaciones de la India contactó en privado a los fabricantes de teléfonos inteligentes, incluidos Oppo, Samsung, Vivo y Xiaomi, así como a Apple, para ordenarles que precarguen la aplicación en todos los dispositivos vendidos en el futuro y que la implementen en los teléfonos que ya están en uso a través de actualizaciones de software. No está claro si las otras empresas tienen intención de obedecer la orden.
La orden estipulaba además que el usuario no podía desactivar ni restringir las funciones de la aplicación.
Incluso en ese momento parecía poco probable que Apple cumpliera con la orden, como señaló Reuters en su artículo original. Una fuente con conocimiento directo del asunto dijo que las políticas internas de Apple «prohíben la instalación de cualquier aplicación gubernamental o de terceros antes de la venta de un teléfono inteligente», y ha rechazado tales solicitudes en múltiples ocasiones en el pasado.
Apple ha demostrado que está preparada para resistir las medidas oficiales que cree que comprometerán la seguridad o la privacidad de los usuarios de iPhone, incluso cuando hacerlo sea impopular, como el iPhone 5c que perteneció a uno de los tiradores de San Bernardino en 2015/2016. Pero en este caso, la empresa contaría con un apoyo considerable. El ministerio ha sido duramente criticado por lo que se ha caracterizado como vigilancia encubierta y extralimitación gubernamental, y un miembro del principal partido de oposición proclamó que “El Gran Hermano no puede vigilarnos”.
No ayuda que los términos precisos de la orden sigan siendo confidenciales y poco claros. Al defender las medidas, el ministro de Telecomunicaciones, Jyotiraditya M. Scindia, insistió en que la aplicación era «voluntaria y democrática» y que los usuarios pueden «eliminarla fácilmente de su teléfono en cualquier momento». De hecho, la aplicación puede actualmente eliminarse (está disponible de forma gratuita en la App Store), pero parecería ilógico que una orden que insiste en que la aplicación no se puede desactivar no estipule también que no se puede eliminar.
Apple puede aceptar algún tipo de compromiso, como anunciar o resaltar la aplicación para los propietarios de iPhone indios, pero sería una sorpresa si aceptara precargar la aplicación. Y dado que la empresa ha logrado cultivar amigos en las altas esferas, es probable que reciba ayuda si se aplica presión política.


