La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos advirtió la semana pasada a los usuarios que se mantuvieran alejados de los puertos USB públicos debido a los riesgos de malware. En Twitter, la oficina del FBI de Denver (vía CNBC) dijo que las estaciones de carga públicas en hoteles, aeropuertos y centros comerciales pueden ser un vector de ataque de malware.
Los malhechores han aprendido a usar puertos USB públicos para «introducir malware y software de monitoreo en los dispositivos», dijo el FBI. Cuando estén en lugares públicos, los usuarios deben traer su propio cargador y cable USB, utilizando un tomacorriente para cargar en lugar de un puerto USB público.
Los iPhone y Mac de Apple tienen una función de seguridad USB que evita que el puerto Lightning se use para transferir datos cuando ha pasado más de una hora desde que se desbloqueó el dispositivo, pero esto no evita la instalación de malware si está usando activamente su dispositivo y conectarse a un puerto público.
Evita utilizar estaciones de carga gratuitas en aeropuertos, hoteles o centros comerciales. Los malos actores han descubierto formas de usar puertos USB públicos para introducir malware y software de monitoreo en los dispositivos. Lleve su propio cargador y cable USB y use una toma de corriente en su lugar. pic.twitter.com/9T62SYen9T
— FBI Denver (@FBIDenver) 6 de abril de 2023
Si se usa un puerto USB público para transferir malware a una computadora, tableta o teléfono inteligente, los piratas informáticos pueden obtener acceso a datos confidenciales en el dispositivo, desviar nombres de usuario y contraseñas, secuestrar correos electrónicos, robar dinero de cuentas en línea y más.
La única forma de mantenerse seguro es usar su propio cable USB para cargar en espacios públicos, lo que previene de manera efectiva este posible método de ataque.
El FBI tiene un advertencia similar en su sitio web, señalando que las personas no deben usar estaciones de carga gratuitas. El FBI también advierte contra el uso de Wi-Fi público para transacciones confidenciales, abrir documentos sospechosos, usar la misma contraseña para todas las cuentas y hacer clic en enlaces no solicitados en mensajes de texto y correos electrónicos.