Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cornell, publicado en Naturalezamuestra que pequeños fallos técnicos durante una videollamada pueden tener consecuencias inesperadamente graves. Nos llamó la atención por primera vez Gizmodo. Según los investigadores, incluso pequeños fallos en el sonido o la imagen pueden crear una sensación de incomodidad o falta de naturalidad que afecta negativamente la forma en que las personas se ven entre sí.
Los resultados muestran que las disrupciones tecnológicas pueden reducir la confianza en los médicos en la atención médica digital, perjudicar las posibilidades de entrevistas laborales e incluso afectar las decisiones de libertad condicional. En Kentucky, la probabilidad de que se le concediera la libertad condicional era un 12% menor si la llamada contenía interferencia, independientemente de la naturaleza del delito.
Los investigadores advierten que las videollamadas, a menudo descritas como una herramienta democratizadora, en realidad pueden reforzar las desigualdades sociales.


