Si te consideras un fan de Apple, probablemente hayas tenido ese instante en el que algo hizo clic, en el que la sensación de abrir y utilizar un producto te pareció algo más que eso.
Para algunas personas, era la primera vez que utilizaban una Mac. Para otros, fue desembalar un iPhone o escuchar el clic de la rueda de un iPod. Para mí, el momento llegó con un dispositivo que a menudo queda eclipsado por sus hermanos más icónicos: el iPod touch original.
El día que tuve por primera vez el futuro en mis manos
Era el año 2007 y Apple acababa de presentar el iPhone. Como tantos otros, ver la presentación del iPhone me emocionó mucho sobre el futuro. Nadie podría haber imaginado un dispositivo así antes de ese momento. El iPhone finalmente llegó a las tiendas en julio de ese año, pero con dos limitaciones importantes: solo se vendía bajo un contrato de dos años con los operadores y solo estaba disponible en Estados Unidos.
Para alguien que vivía en Brasil, tener un iPhone era imposible. Pero apenas unos meses después, Apple presentó el primer iPod touch. Era esencialmente un iPhone, pero sin capacidades de teléfono. También era mucho más delgado y carecía de cámara (reemplazada por una barra de Wi-Fi negra).
A diferencia del iPhone, el iPod touch estaba disponible en todo el mundo, y fue entonces cuando conseguí por primera vez lo que entonces se llamaba iPhone OS (ahora iOS).
Todavía recuerdo el momento exacto en el que deslicé para desbloquear el iPod por primera vez. Ese gesto fue simple, pero se sintió revolucionario. Era una forma completamente diferente de interactuar con el software. Apple claramente quería que los usuarios experimentaran la pantalla táctil desde el momento en que comenzaron a usar el dispositivo.
Cover Flow en el iPod touch fue una experiencia reveladora.
Fundición
Pero luego vino el verdadero factor sorpresa: girar el iPod horizontalmente y ver la aplicación Música transformarse en la interfaz Cover Flow. Poder deslizar mi dedo por mi biblioteca de música fue como magia.
El gesto de pellizcar para hacer zoom también me dejó alucinado. No es algo en lo que pensemos hoy en día, pero en aquel entonces, la capacidad de manipular una fotografía con los dedos parecía sacada de una película de ciencia ficción.
El comienzo de una conexión de por vida con Apple
Más que una Mac o cualquier otro iPod, el iPod touch se sentía diferente, como si estuviera usando un producto que ninguna otra empresa podía fabricar. No se trataba de pruebas comparativas de procesadores ni de recuentos de megapíxeles. Se trataba de la sensación de poseer y utilizar algo especial, de cómo sólo Apple sabía cómo convertir una tecnología compleja en algo divertido y sencillo.

El iPod touch llevó la magia del iPhone al resto del mundo.
Fundición
El iPod touch capturó esa sensación a la perfección, ofreciendo una porción de la magia del iPhone en un momento en que el iPhone estaba fuera del alcance de la mayoría de los usuarios. Ese momento cambió mi forma de ver la tecnología y es lo que me encaminó a seguir a Apple más de cerca.
Todavía tengo mi primer iPod touch conmigo y, sorprendentemente, todavía funciona. Por supuesto, ya no es tan útil, pero siempre lo guardaré como recordatorio de una pieza de tecnología que cambió todo para mí.


