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«El mosaico actual de reglas de IA a nivel estatal ha pasado de ser una molestia de fondo a un obstáculo estructural para la ejecución», dijo Sanchit Vir Gogia, analista jefe y director ejecutivo de Greyhound Research. «Las empresas que construyen servicios de IA a nivel nacional ahora operan dentro de un laberinto donde el mismo modelo puede considerarse de alto riesgo en un estado, ligeramente restringido en otro y completamente desregulado a nivel federal».
Los equipos dedican cada vez más tiempo a producir evaluaciones de impacto, pistas de auditoría y variantes de contratos para diferentes jurisdicciones, costos que sienten de manera más aguda los proveedores de servicios de TI que incorporan estas limitaciones en plataformas multiinquilino. Para agravar el problema, un modelo compatible hoy en día puede requerir un rediseño el próximo trimestre a medida que lleguen nuevos mandatos estatales.
El disparador de ‘IA despertada’
Trump también señaló las preocupaciones ideológicas como impulsoras de la acción federal. «Algunos estados incluso están tratando de incorporar la ideología DEI en los modelos de IA, produciendo una ‘IA despierta’ (¿Recuerdan a Black George Washington?)», escribió, y agregó que las normas federales podrían «proteger a los niños Y prevenir la censura».
