Según el veterano de PlayStation Chris Deering, Sony estaba ansiosa por la Xbox original y esa preocupación llevó a la compañía a firmar un acuerdo de exclusividad con Take-Two para Grand Theft Auto.
«Estábamos preocupados cuando vimos venir a Xbox», recordó Deering en un reciente evento de EGX en Londres, según informó GI.biz. «Sabíamos que la exclusividad era el nombre del juego en muchos campos».
Con esa preocupación en mente, Deering dijo que se acercó a editores y desarrolladores externos para preguntarles si estarían interesados en aceptar un «acuerdo especial» de exclusividad temporal para cualquiera de sus próximos juegos. Deering y compañía no se dieron cuenta de que GTA se convertiría en una franquicia tan masiva, pero esa apuesta pareció dar sus frutos, ya que GTA III llevó la serie a una nueva dirección con un enfoque de mundo abierto en 3D.
«Uno de los acuerdos que hicimos fue con Take-Two para los próximos tres juegos de Grand Theft Auto. En ese momento, no estaba claro que Grand Theft Auto III iba a ser tan grande como lo fue, porque solía ser un juego de arriba hacia abajo», dijo Deering. «Fue muy afortunado para nosotros. Y realmente afortunado para ellos, porque obtuvieron un descuento en las regalías que pagaron. Esos acuerdos no son infrecuentes en industrias con plataformas. Incluso hoy en día con cosas como las redes sociales».
La Xbox original se lanzaría en noviembre de 2001, pero GTA III no apareció en Xbox hasta noviembre de 2003. Los acuerdos de exclusividad cronometrada se extendieron a Vice City y San Andreas.
Si bien los acuerdos de exclusividad terminaron allí (GTA 4 y GTA 5 se lanzaron en PlayStation y Xbox al mismo tiempo), Sony continuó trabajando con Rockstar en ofertas especiales. Por ejemplo, GTA 5 se anunció para PS4 en la sesión informativa del E3 de Sony en 2014. Sin embargo, no se sabe si Rockstar tiene alguna relación especial con Sony o Microsoft para Grand Theft Auto VI.
En cuanto a Deering, dejó Sony en 2005. También apareció en los titulares recientemente cuando dijo que los recientes despidos en la industria de los videojuegos no se debían únicamente a la avaricia corporativa, sino que eran parte de las condiciones macroeconómicas generales. Deering fue duramente criticado por decir que las personas que han sido despedidas pueden simplemente «ir a la playa por un año».
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