“Este acuerdo marca una de las mayores inversiones jamás realizadas en la fabricación de semiconductores en Estados Unidos, que creará más de 30.000 empleos bien remunerados e impulsará la próxima generación de innovación”, dijo en marzo la Secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo.
La Ley CHIPS ha asignado 39.000 millones de dólares en financiación gubernamental directa para impulsar la fabricación nacional, y Intel recibió la mayor asignación individual. Otros beneficiarios de la financiación de la Ley CHIPS son Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) y Samsung, que también están ampliando sus operaciones en Estados Unidos.
Los ambiciosos planes y desafíos estratégicos de Intel
Si bien el acuerdo ofrece un salvavidas, los recientes problemas de Intel han sido objeto de escrutinio. A pesar de sus ambiciosos planes, Intel aún tiene que capitalizar plenamente sus inversiones. El fuerte gasto de la compañía en fabricación no se ha visto acompañado de un crecimiento suficiente de los ingresos, particularmente en sus negocios de chips de PC y servidores. Esto ha llevado a especular que Intel podría potencialmente vender partes de su negocio, incluida su división de fabricación.
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